Piden que se dote de agua embotellada a los bomberos de la provincia ante los cortes de agua en distintos municipios

El sindicato CSIF ha remitido un escrito al gerente del Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios en el que le solicita que dote, de manera urgente, de agua embotellada a los 11 de parques de bomberos repartidos por toda la provincia para que los cerca de 300 profesionales que allí prestan servicio puedan beber ante los cortes de agua que ya se están produciendo en algunos municipios y lo que se puedan decretar a lo largo de este verano.

Estas instalaciones están ubicadas en Hinojosa del Duque, Peñarroya-Pueblonuevo, Pozoblanco, Montoro, Baena, Priego de Córdoba, Montilla, Lucena, Puente Genil, La Carlota y Palma del Río.

El delegado de la Sección Sindical de CSIF Córdoba en el Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, Alfonso Rosero, recuerda que la provincia se encuentra en una situación crítica desde el punto de vista de los recursos hídricos como consecuencia de la sequía, lo que ha originado que algunos ayuntamientos, como los de Lucena, Montilla o Priego de Córdoba hayan puesto en marcha medidas de restricción de agua entre la población, incluyendo cortes de suministro. CSIF sí agradece a la Dirección del Consorcio Provincial de Bomberos que haya suministrado a los parques de packs de hidratación que posibilitan a los efectivos contar los medios necesarios para hacer frente con seguridad a las situaciones de emergencia que deben afrontar.

Igualmente, la central sindical pide que se pongan en marcha protocolos de actuación en las situaciones de alto riesgo como consecuencia de las elevadas temperaturas y de las olas de calor que ya se están produciendo en toda la provincia de Córdoba, así como por el adelanto de la campaña estival de incendios forestales.

El representante sindical recuerda que ya envío en primavera otro escrito a la Gerencia del Consorcio con estas peticiones dada la situación problemática y las restricciones que ya estaban produciendo en la zona norte de Córdoba por la aparición de valores de carbono orgánico superiores a los permitidos de agua que consumía los alrededor de 80.000 personas que viven en las comarcas de Los Pedroches y del Valle del Guadiato.