El presidente de la CHG advierte en la COP25 del riesgo de “sequías o inundaciones” en el Guadalquivir
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, Joaquín Páez, ha destacado en el marco de la XXV Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el papel responsable de las administraciones frente a la emergencia climática, llamando a la acción decidida y sin fisuras de las administraciones para afrontarla.
Páez, que ha participado en la mesa de debate Efecto del cambio climático en el contexto de Andalucía, organizada por Hidralia en el expositor de Suez de la COP25, ha destacado que “ante la realidad del cambio climático los ciudadanos esperan de las administraciones más acción y menos oposición”. En este sentido, ha afirmado: “En la cuenca del Guadalquivir, planificamos y gestionamos desde la incertidumbre, conscientes de que queda un día menos para que se den episodios de sequías o inundaciones”.
Preguntado por si aún hay quién pueda dudar de la existencia de una emergencia climática, el presidente de la CHG se ha mostrado contundente. “Hemos finalizado el año hidrológico 2018-2019 con un 24% menos de precipitaciones y un 68% menos de aportaciones con respecto a la media de los últimos 25 años. A esto hay que sumar que el nuevo año ha comenzado con un 21,4% menos de reservas”.
“Lo más preocupante es que no estamos ante algo nuevo”, ha continuado, ya que, en base a la secuencia histórica de los últimos 76 años (1940-2016) que maneja el organismo, su presidente ha explicado la delicada situación que se viene produciendo en las últimas décadas, donde la incidencia del cambio climático es más que palpable.
“Si dividimos la serie en dos períodos de 34 años cada una -de 1940 a 1976 y de 1977 a 2016-, la segunda acumula una precipitación media un 6% inferior con respecto a la primera mitad. Un dato que cobra mayor importancia si se traduce en aportaciones, un 20% menos como resultado de los casi 1.900 hectómetros cúbicos de diferencia que hay entre ambos períodos”, ha expuesto.
“No nos cabe ninguna duda de que existe una sola realidad, la emergencia climática, y que debemos tratarla como un factor cotidiano, no extraordinario”, ha señalado. Por ello, ha continuado “desde la Confederación gestionamos desde la incertidumbre, no solo por la existencia indiscutible del cambio climático, sino por la propia situación geográfica de nuestra cuenca, condicionada por un clima incierto”, ha subrayado.
En esta lucha, para el presidente, la CHG debe contribuir y participar en varios factores clave. En primer lugar, como viene siendo habitual, haciendo pedagogía con los usuarios, principalmente con el gran consumidor de agua, la agricultura. A pesar de que es el sector demandante del 84% del total disponible en la cuenca, ya tiene modernizado el 75% de los regadíos del territorio, con una agricultura cada vez más eficaz y sostenible.
En segundo lugar, el cambio de rol de las confederaciones hidrográficas. Por un lado, como maquinaria administrativa que debe ser aprovechada a nivel social, económico y de producción de energías sin producción de gases invernadero, con la garantía que supone una gestión estatal. Por otro, como herramientas factibles para obtener energías limpias que se incorporen al sistema, disminuyendo CO2, el calentamiento global y sus consecuencias, para lo que el presidente ha puesto sobre la mesa la utilización de los 48 grandes embalses de la cuenca.
Por último, la acción gubernamental y colaborativa entre las administraciones: “Es tiempo de actuar. Tenemos una Ley autonómica aprobada de Cambio climático en Andalucía que hay que poner en marcha. Hay que hablar menos y hacer más y no dar a los ciudadanos mensajes contradictorios. Eso es lo que esperan de los gestores”.
Sobre la Andalucía 2030, Joaquín Páez confía en una región con un regadío completamente modernizado, aún más eficiente y eficaz; con una máxima preservación de los acuíferos y de las aguas subterráneas, como única garantía de futuro para la continuidad de todos los sectores productivos; un territorio donde se pongan en juego todos los recursos hídricos, tanto los convencionales –aguas superficiales y subterráneas- como los no convencionales -aguas desaladas y regeneradas-; en la que los ecosistemas sean conocidos y estén bien cuidados y amados; y donde las instituciones trabajen decididamente por los ciudadanos y ciudadanas, alejándose de fines partidistas y motivadas por el bien común.
Junto al presidente de la CHG, la mesa de debate “Efecto del cambio climático en el contexto de Andalucía”, contó con la intervención de la directora general de Cambio Climático de la Junta de Andalucía, María López Sanchís; la asesora del Alto Comisionado Agenda 2030 Gobierno España, Belén Crespo Sánchez-Eznarriaga; la catedrática y directora de la Escuela Superior de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada, Montserrat Zamorano y el director de Desarrollo Sostenible e Innovación de Hidralia, Gustavo Calero.
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