La Paz y la Esperanza rehabilitará un antiguo seminario para acoger y formar a jóvenes exreclusos
La Hermandad de la Paz y Esperanza ha presentado este jueves su obra social, centrada en rehabilitar el antiguo Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles, en Hornachuelos (Córdoba), para acoger, formar y dar empleo a jóvenes ex reclusos.
Así lo han dado a conocer, en una rueda de prensa celebrada en el Palacio Episcopal, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, junto al hermano mayor de la hermandad, Enrique Aguilar, y el director del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria, José Rojas, quienes también han presentado el proyecto de la Coronación Pontificia de María Santísima de la Paz y Esperanza.
Por lo que se refiere la iniciativa Paz y Esperanza para los jóvenes y su dignidad que desarrollará la obra social de la hermandad, amparada por la Diócesis de Córdoba, tiene como fin la rehabilitación del antiguo seminario “para hacer posible que jóvenes con dificultades que han pasado por prisión tengan un lugar donde vivir, formarse y trabajar”.
Demetrio Fernández ha afirmado que con esta iniciativa se hacen visibles los gestos caritativos de la propia hermandad que, a su vez, colabora con la misión de los Capuchinos, de forma que “gran parte de la obra social de la hermandad estará destinada a los más pobres, a aquellos que más necesiten y que, a pesar de las equivocaciones que hayan tenido en su vida, no lo tienen todo perdido, sino que aquí tienen una casa y un hogar para ayudarles a reinsertarse en la sociedad”.
Junto a ello, el obispo ha remarcado que la cofradía colaborará económicamente y con voluntariado, ya que “la Iglesia quiere ayudar siempre a los pobres y, en este caso, la corona de la Virgen va unida a ellos”.
Por su parte, el director del Secretariado de Pastoral Penitenciaria, José Rojas, ha explicado que “la idea es crear una comunidad de vida fraterna, religiosa y de trabajo”, acogiendo especialmente a los jóvenes necesitados que salen de prisión. Según ha comentado, este proyecto es un sueño que la Pastoral Penitenciaria lleva años anhelando, ya que “la reinserción es más importante incluso que el acompañamiento en la prisión”.
Por su parte, el hermano mayor de la Paz y Esperanza, Enrique Aguilar, ha destacado que su obra de caridad y social es una actividad principal, que “ha llegado para quedarse”. Así, la hermandad se compromete a colaborar con esta iniciativa aportando recursos materiales y humanos.
En concreto, según ha señalado Aguilar, aportaran “partidas económicas para la realización de obras, arreglos de caminos y soporte mobiliario”, a la vez que harán “campañas de recogida de alimentos y útiles de aseo para los jóvenes residentes y sus cuidadores, y ofrecemos nuestra ayuda para patrocinar o costear becas para la estancia de residentes”.
En el capítulo humano, los distintos grupos que conforman la hermandad se ofrecen para realizar tareas de limpieza y adecentamiento en el huerto y en las dependencias de la casa, entre otros.
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