PLACAS SOLARES
“Dos años y cero avances”: vecinos del Casco critican “las mentiras” sobre las placas solares
Dos años de retraso, cero avances y anuncios en prensa que acaban en “mentiras”. Así resumen algunos de los vecinos del centro el trámite urbanístico para permitir instalar placas fotovoltaicas en el Casco Histórico de Córdoba -sin que te caiga una sanción por ello-. Este es gran parte del mensaje que han trasmitido este jueves las asociaciones de vecinos Puerta de Almodóvar, La Axerquía, Regina-Magdalena, La Medina, Galea Vetus de San Agustín, San Lorenzo Existe, y La Fuenseca, Santa Marina y Orive, reunidas en asamblea.
Antes de la asamblea, el malestar entre las asociaciones era palpable. Lourdes Martínez, de La Medina, afirmaba que la suya es la zona más perjudicada, e insistía en que el Ayuntamiento no sólo les había ninguneado, sino que directamente habían mentido, anunciando a través de los medios una innovación del Plan de Especial Protección del Casco Histórico (PEPCH) que consideran innecesaria.
Por su parte, Manuel Ortega, de la Asociación de Vecinos San Lorenzo Existe lamenta el tiempo perdido. Algo que también ha indicado Rodrigo Blanca, de Ecologistas y la Asociación de Vecinos La Axerquía, que ha denunciado que, tras dos años reclamando, han obtenido “cero respuestas”.
“No sólo eso, las declaraciones han sido cada vez más confusas. Hubo un momento que anunciaron en los medios de comunicación que se iban a poder poner placas solares en gran parte del Casco Histórico, pero eso no era verdad. Cuando llegó a Urbanismo, resulta que sólo afectaba al 10% del casco, algo que es inaceptable, teniendo en cuenta el reto que hay para atajar los efectos del cambio climático”, ha señalado Blanca, que ha señalado que hay que ir a un modelo de “convivencia entre el interés turístico y que el casco pueda ser habitable y vivible con soluciones adaptadas a la realidad y los problemas de hoy”.
En este ámbito, ha recordado que los vecinos ya plantearon a Urbanismo un informe que incluía soluciones innovadoras para evitar el impacto visual, si bien defiende que es dilema, el de una posible sanción de la Unesco, “no es real”.
“La Unesco tiene que entender que tenemos complejidad y que los peligros y el verdadero riesgo está en que el casco se vacíe”, ha reflexionado el portavoz vecinal, que ha recordado que también es impacto estético los cables en las fachadas, los bares en azoteas, las máquinas de aire acondicionado o las pérgolas, y nadie sanciona por estas prácticas
Por todo ello, las asociaciones reunidas han pedido que no se innove el PEPCH, sino que se anule el acuerdo de 2007 que prohíbe la instalación de placas fuera de las zonas renovadas, sustituyéndolo por un nuevo acuerdo que permitiese su instalación, pero cumpliendo ciertos requisitos y de “manera ordenada”.
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