Un juez investiga las cuentas de la Carnavalesca
Meses después de que encontrara punto final, el asunto se reactiva. Esta vez por vía judicial. El Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba ha iniciado una instrucción sobre la auditoría externa que se realizara a la Asociación Carnavalesca Cordobesa (ACC). Así es después de que en dicha instancia fuera admitida a trámite una demanda en este sentido. Una vez aceptada la documentación y realizado el correspondiente estudio de la misma, ahora se abre un período en el que el juez reciba a quienes se considere oportuno citar para testificar.
El punto de partida de este procedimiento está dos meses atrás, aproximadamente. Fue entonces cuando miembros de la Asociación de Autores y Directores del Carnaval de Córdoba, así como integrantes de la propia ACC y componentes de agrupaciones contrarias a los gestores de ésta, acudieron a la Fiscalía. Entregaron los documentos de la auditoría y la pusieron, de esta forma, en su conocimiento.
Una vez transcurrida la revisión en el Juzgado de Instrucción Número 4 del informe de las cuentas de la ACC, realizado en relación a los años 2015 y 2016, éste entendió que existen indicios de delito. Así, en la mañana del miércoles, tal y como pudo saber CORDÓPOLIS, la parte demandante recibió la cita para ratificar su posición y dar inicio a la instrucción.
Desde el conjunto de denunciantes -aunque no hay denuncia como tal, sino petición a la Fiscalía para que entrara de oficio- afirman que el objetivo es la aclaración de lo ocurrido en el seno de la ACC durante la presidencia de Antonio Navajas Pelos. En este sentido, esperan una reposición económica y sentencia a quien correspondiera si la Justicia resuelve que hubo delito de algún tipo.
El asunto comenzó tras el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas del pasado año, cuando un centenar de socios de la ACC solicitó el cese de su anterior directiva. La propuesta tuvo lugar, y éxito posteriormente, después de que la Asociación de Autores y Directores acusara públicamente de una mala gestión de su órgano rector, presidido por Antonio Navajas Pelos.
Los acontecimientos se sucedieron posteriormente de manera polémica. La polvareda se levantó entonces, y continuó con las elecciones que siguieron al cese de la directiva de la ACC. La entrante, presidida por Alfonso González gracias a las urnas, aceptó realizar una auditoría de las cuentas de la asociación de los años 2015 y 2016. Ésta afloró más de 200.000 euros sin justificar en ese período, si bien quedó reflejada una correcta gestión del nuevo órgano rector, que incluso consiguió cerrar el pasado año el balance del colectivo con superávit.
A la conclusión de la auditoría, ésta fue expuesta en asamblea de la ACC en el mes de marzo del presente 2017. El informe señaló además un control exacto en los libros de cuentas y en las operaciones de la nueva directiva. Semanas después, los socios de la asociación optaron por no denunciar. Por el contrario, los ahora demandantes, vieron y estudiaron la opción de acudir a la Fiscalía, lo que finalmente hicieron.
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