Emacsa congela muestras de aguas residuales a la espera de que la UCO inicie los análisis de Covid
La empresa municipal de aguas de Córdoba, Emacsa, viene recogiendo desde el mes de julio muestras de aguas residuales de la capital y conservándolas congeladas a la espera de que la Universidad de Córdoba inicie los análisis de estas muestras en busca de Covid-19. Los investigadores de la UCO trabajan desde el inicio del verano en preparar todo el proceso necesario para realizar estos análisis mediante los que se podrá detectar precozmente nuevos focos de contagio de coronavirus.
Así, desde que Emacsa firmara el convenio con la Universidad para realizar este trabajo conforme a las directrices de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, la empresa municipal de aguas viene recogiendo entre 3 y 4 muestras cada día de aguas residuales, según han confirmado a este periódico fuentes municipales.
De esas muestras, una se toma en la estación depuradora de La Golondrina y el resto en colectores o distintos puntos de la red de aguas residuales de la capital cordobesa. Estas muestras se conservan congeladas y con todos sus datos pormenorizados sobre fecha y lugar de recogida, “en espera de su remisión a la Universidad” para su análisis, en cuanto esté listo todo el procedimiento que vienen preparando los investigadores de la UCO.
Hay que recordar que a comienzos del mes de julio, la Consejería de Salud auspiciaba la firma de un contrato entre la empresa municipal de aguas de la capital, Emacsa, y la Universidad de Córdoba para que ambas entidades colaboraran en el análisis de las aguas residuales de la ciudad con el fin de detectar precozmente cualquier foco de contagio de Covid-19. Córdoba cuenta en el campus universitario de Rabanales con un laboratorio de bioseguridad, una pieza clave que hace posible que en la capital se vayan a realizar estos análisis y que se prepara actualmente para llevar a cabo esta tarea a partir de septiembre, según explicaron en su momento a CORDÓPOLIS los investigadores que están al frente de este proyecto.
Carmen Michán, especialista en Toxicología Ambiental, María Ángeles Martín, del área de Ingeniería Química, y Juan José Garrido, del área de Génetica, encabezan y coordinan el equipo de profesionales de la UCO que vienen trabajando para avanzar en preparar todos los pasos que se necesitan para poder realizar los análisis de aguas residuales en busca de Covid-19.
Con experiencia en otros proyectos sobre aguas residuales y también en el equipo de la UCO que se preparó para realizar pruebas de diagnóstico de coronavirus, los investigadores de este equipo multidisciplinar trabajan ahora en “poner a punto todo el sistema e ir haciendo alguna prueba” parcial del proceso completo que se llevará a cabo posteriormente. “Nuestra intención es poder hacer los análisis completos a partir del 1 de septiembre”, explicaba en el mes de julio Carmen Michán, una de las investigadoras que trabaja en establecer el protocolo de trabajo.
Pruebas del protocolo y patrón de detección
Las pruebas parciales que se vienen llevando a cabo en las instalaciones del campus de Rabanales atienden a los distintos pasos que requiere el meticuloso y complejo procedimiento del análisis completo. Porque esta tarea no es un mero análisis de las aguas residuales que Emacsa trata en la Estación Depuradora de La Golondrina.
La tarea que tienen por delante los investigadores pasa por distintas etapas, comenzando con la toma de muestras de las aguas residuales, sobre las que luego se actuará para concentrar el virus que esté presente en el agua. Tras ello, se incluirá un “control positivo con virus no infectivo” y, ya en un volumen pequeño de agua, se aislará el ADN presente en la muestra.
Sobre ese ADN aislado es donde se practicará la prueba de diagnóstico PCR para conocer si hay o no coronavirus pero, y lo que es más importante en este análisis, saber cuánta cantidad de virus hay y qué significaría cada cantidad. Para ello, Michán y sus compañeros trabajan en elaborar el “patrón de detección” del Covid-19 en aguas residuales, es decir, en establecer el medidor con el que asociar un resultado de una cantidad determinada de virus en el agua a un nivel de incidencia y presencia de coronavirus en la población.
De esa manera, se podrá alertar sobre posibles focos de contagio de Covid-19 de manera precoz. Y es que los estudios demuestran que el virus se manifiesta en las aguas residuales alrededor de una semana antes de que las personas presenten sintomatología clínica para ser tratados o que, como gran parte de los afectados, no presenten ningún síntoma.
https://cordopolis.es/2020/07/19/asi-trabajan-ya-los-investigadores-de-la-uco-que-buscaran-covid-en-las-aguas-residuales/
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