Denuncian una masiva deforestación en la zona del Bejarano que tendría permiso de la Junta
La zona de los Baldíos del Río y de Arroyo del Bejarano presenta una imagen desoladora. A lo largo de más de tres kilómetros kilómetros yacen en el suelo centenares de pinos y encinas después de una ardua tarea de deforestación que ha denunciado el presidente de la asociación Acción Ecologista Guadalquivir, Bartolomé Olivares, que confirma a este periódico que esta acción cuenta con la autorización de la Junta de Andalucía.
Olivares explica que durante un tiempo, los vecinos de la zona llevaban observando “cómo se sacaban centenares de pinos” que, hasta cierto punto, consideraban normal “por la limpieza del monte”. Cuál fue la sorpresa cuando el pasado domingo, Olivares se trasladó hasta la zona afectada y vio qué es lo que estaba ocurriendo realmente: árboles talados y carriles de tierra construidos para el acceso de maquinaria pesada. Esta última práctica ha provocado “una erosión enorme de la tierra”, algo que Olivares asegura no haber visto nunca.
Dada la cantidad de leña que se extiende por la zona, Olivares estima que los trabajos de deforestación “comenzaron hace 15 días o un mes” y lo que “no se sabe es si se ha parado o no lo que se estaba poniendo en marcha”. A su juicio, “parece que a esta zona quiere dársele un uso para la cacería o como dehesa para el ganado” ya que sin estos trabajos de deforestación “es imposible que los animales puedan entrar”.
No obstante, Olivares asegura que esta zona no es óptima para dehesa “dadas las pendientes del terreno y los daños que se están haciendo con motivo de la erosión”. “Vamos a perder una zona con una fertilidad y una biodiversidad grandísimas que ya mismo no va a producir alimentos para el ganado. En una zona donde no hay pendiente sí puedes hacer una dehesa pero en una zona con una pendiente del 45% sólo puedes sacar la madera a costa de perder todo”, explica Olivares.
El presidente de la asociación detalla que aunque la zona es de propiedad privada, es una reserva natural fluvial y cuenta con todas las protecciones ambientales y “es lugar de interés comunitario y pertenece a la Red Natura desde el año 2000”. “Sorprende que, a pesar de todo, se haya dado autorización para hacer esto”, concluye Olivares.
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