Córdoba tarda un mes en recuperar los niveles de contagio del 1 de octubre
El 29 de octubre, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ordenaba el cierre perimetral de municipios en la región. Dos semanas después ordenaba también un toque de queda a las 22:00 y el cierre a las 18:00 de la hostelería. La tasa de contagio se había disparado. Un mes después, empieza a notarse el efecto de aquella decisión. El descenso en los contagios es ya palpable, pero no tan rápido como quisieran las autoridades sanitarias.
Un mes después de aquella decisión, las principales ciudades de la provincia de Córdoba tienen una tasa similar (o en algunos casos superior) a las del 1 de octubre. Es decir, ha hecho falta un mes de restricciones para recuperar una tasa de contagio que aún así sigue siendo muy alta.
En el caso concreto de Córdoba capital, la tasa de contagio es prácticamente idéntica. El 1 de octubre, la ciudad tenía 241 casos por cada 100.000 habitantes confirmados por pruebas PCR en las dos semanas anteriores. El 30 de noviembre la tasa de contagio es de 239 casos.
El Ministerio de Sanidad establece varios semáforos. A partir de los 500 casos se considera que la pandemia está desbocada y hay que tomar medidas urgentes. A partir de los 250 casos, una zona entra en situación de alerta, y se ve abocada igualmente a tomar medidas. Ahora, tras aprobar el estado de alarma, el Gobierno pretende que la tasa de contagio ronde los 50 casos.
Eso sí, la situación es muy desigual en las ciudades más habitadas de la provincia. Un caso así es Lucena, el municipio, tras la capital, con más población. A fecha 30 de noviembre Lucena tiene una tasa de contagio mucho más alta que la del 1 de octubre. Sus 622 casos están lejos de los más de 450 que tenía entonces. Con estos números en la mano, la Junta tendrá muy difícil limitar las restricciones en territorios como el lucentino.
Lo mismo ocurre con Priego de Córdoba. En esta ciudad de la Subbética se han pasado de los 85 casos que había el 1 de octubre a los 540 de ahora. Eso sí, a mediados de noviembre se alcanzó un pico de casi 1.100 casos, en un momento en el que la epidemia se descontroló en el municipio.
Lo mismo ocurre en Baena, que actualmente está cerca de los 500 casos y que el 1 de octubre apenas si tenía contagios por coronavirus.
Donde mejor han ido las cosas, además de en la capital, ha sido en Palma del Río y en Montilla. En el municipio palmeño la tasa de contagio se ha mantenido más o menos estable en este tiempo y ahora ha empezado a descender de manera notable. En Montilla ahora mismo hay una tasa de contagio que está muy por debajo de la del 1 de octubre.
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