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Lobos

Alfonso Alba

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Los lobos se agrupan en manada y atacan a su presa solo para comer. Tienen dos líderes, el macho y la hembra reproductores, los alfa, y una serie de gregarios. No suelen atacar al hombre, a no ser que tengan la rabia. Eliminan a los miembros de la manada heridos. Y son unos animales alucinantes, mitológicos, que tienen un comportamiento social, darwiniano. La ley del más fuerte.

Me niego a comparar a los cinco miembros de la autodenominada manada como lobos. Los lobos no son asesinos en potencia ni violadores. Son animales. Los cinco detenidos por la violación grupal de San Fermín son humanos. Saben diferenciar entre el bien y el mal. Tienen familia y una inteligencia suficiente como para escribir en un chat de Whatsapp. Y sabían perfectamente lo que estaba pasando aquella madrugada del 7 de julio de 2016 en un portal de Pamplona. Igual que lo sabían cuando dejaron abandonada en un solar y semidesnuda a una chica de Pozoblanco de la que se jactaban haberle dado burundanga.

Esta presunta manada tenía dos grupos de Whatsapp donde compartían sus fechorías. “Killo, vais a acabar presos”, le reía las gracias uno de los miembros del grupo. Sabían lo que estaban haciendo. Querían hacerlo. Uno era militar. Otro, guardia civil. Alguno tenía antecedentes penales. Aunque ahora su abogado dice que eran “buenos chicos”.

En unos meses, cuatro de esos cinco miembros de la supuesta manada estarán en Córdoba. La Ciudad de la Justicia les espera por un presunto abuso sexual previo al de San Fermín, cometido entre Torrecampo y Pozoblanco. Uno de esos cuatro era guardia civil en prácticas en Pozoblanco. Los que lo conocieron cuentan que es apuesto y simpático. Un buen chico. Alguno, incluso, lo defiende. Muchos, incluso, los justifican. Solo hay que darse una vuelta por Forocoches para ver los hilos en los que prácticamente son convertidos en héroes. Cinco contra una. Cuatro contra una y encima burundanga.

Hace tiempo que comprendí que el mal existe. Que habita entre nosotros y que está más extendido de lo que pensamos. ¿De verdad que siguen pensando que lo que hicieron está bien? ¿Son incapaces de pedirle perdón a una chica a la que le han destrozado la vida, por muchas fotos en Instagram que suba, por muchos detectives privados que la sigan? ¿De verdad se cree su abogado que los va a librar de una casi segura condena a muchos años de cárcel con la absurda defensa que ha hecho de ellos?

Un respeto por los lobos, por favor.

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