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El viaje en tren de Málaga a Madrid frustrado por llevar una bicicleta

Imagen de archivo

Néstor Cenizo

Málaga —

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Este martes, Julián Serrano debía estar de vuelta en Madrid. Este joven ingeniero había viajado en tren a Málaga el pasado jueves, festivo en la capital, cargando con su bicicleta. Tras pasar el fin de semana, tenía previsto tomar junto a su novia el tren Iryo de las 18:45 del 6 de mayo, pero algo ocurrió. Cuando enfilaban el vagón tras validar el QR de los billetes, una trabajadora de la compañía les dio el alto: no podían entrar con la bicicleta, aunque estuviera (como estaba) plegada y en su funda. Tras una discusión y la intervención de la Policía Nacional, Julián, su pareja y la bicicleta se quedaron en Málaga.

“No me dieron oportunidad”, protesta Serrano en conversación con este periódico. El joven, que este martes tuvo que teletrabajar desde Málaga, interpuso el mismo lunes una reclamación ante Iryo, y luego contó su peripecia en redes sociales. “Los responsables del tren nunca me dieron opción a viajar con mi bicicleta, incumpliendo la política de equipaje publicada en la web de IRYO”, se lee en la denuncia.

La compañía “lamenta” lo ocurrido, pero asegura que pidió unos minutos a Serrano para encontrar un sitio seguro para su bicicleta, y que este se negó a esperar. “Eso no tiene sentido”, replica el joven, que viajó sin problema desde Madrid a Málaga pocos días antes: “Claro que hubiese esperado, no me costaba esperar, pero fue un no rotundo”.

Las condiciones de Iryo cambiaron recientemente

En la web de Iryo se recoge que se permite el acceso al tren con bicicleta siempre que esté desmontada y contenida en una bolsa apta para su transporte y cerrada, que debe cumplir las medidas máximas “para el equipaje dentro del tren”. El equipaje “normal” está limitado a bultos de 55x35x25, unas dimensiones imposibles para cualquier bicicleta, aunque esté plegada o desmontada.

Las condiciones de viaje también añaden que, para los billetes adquiridos antes del 18 de abril, la portabilidad de una bicicleta a bordo depende del espacio disponible en el tren y de que se formule solicitud previa. Una prevención que no se aplica al billete del joven: este medio ha comprobado que se adquirieron el 25 de abril.

En este párrafo sí se aclara que las dimensiones de la bicicleta plegada no deben exceder de las estándar: 90x120x40, que coincide con la información que da el ministerio de Transportes. Algo que cumplía, según asegura el joven y se deduce de la fotografía de la bolsa, diseñada específicamente para llevar bicicletas en transportes públicos. Serrano insiste en que nunca le preguntaron cuándo compró el billete, ni hicieron alusión a las dimensiones, ni le pidieron unos minutos para buscar un espacio adecuado: “Fue un no rotundo”.

Tampoco la compañía esgrime ninguno de estos motivos, excepto el último, en el comunicado remitido a este medio, en el que subraya que su intención era permitir a Serrano embarcar con la bicicleta. “Tras escanear el billete, se le pidió que esperara unos minutos para encontrar un sitio adecuado”, en aplicación del reglamento europeo sobre derechos y obligaciones de los viajeros de ferrocarril. La compañía asegura que el cliente “no esperó y forzó el embarque”, por lo que acabó desalojándolo del vagón con el auxilio de la Policía. Un relato que el aludido niega.

Rubén Sánchez, portavoz de la organización de consumidores Facua, ha señalado en X (antes Twitter) que, si los hechos ocurrieron tal y como relata el joven, IRYO se expondría a una multa por “saltarse la normativa del sector ferroviario”, y Serrano podría reclamar una indemnización por “daño moral ante el trato denigrante sufrido”.

Posible denuncia por el retraso

La situación es aún más chocante porque Serrano había viajado con la bicicleta de Madrid a Málaga sin ningún problema. “Fueron amables y encontraron rápidamente un sitio en el tren”. El problema se produjo a la vuelta. Según su relato, después de validar el billete, y aun fuera del tren, se giró y preguntó dónde podía colocar el bulto. Fue entonces cuando varias trabajadoras vieron la bicicleta y le negaron el paso.

“Yo les dije, de buenas formas, que estaba cumpliendo la normativa y estaba en mi derecho de pasar, y seguí adelante”. La discusión continuó en el interior del vagón, y fue subiendo de intensidad. “Me gritaron y amenazaron a mi novia: ”A partir de ahora lo va a tener más complicado para viajar“”. Vista la situación, las responsables de embarque llamaron a la Policía: “Me dijeron que me comprendían, pero que Iryo tenía una especie de derecho de admisión, y al decir que era un pasajero conflictivo ya me podían echar. También me dijeron que me iban a denunciar por causar un retraso”.

El personal de Iryo informó por megafonía de que el retraso (que rondó los 15 minutos) estaba causado por un pasajero conflictivo y recordó que estaba prohibido grabar a personal del tren, según testimonios de otros pasajeros, que corroboran su versión de lo ocurrido en el interior del tren. Algunos de ellos se han puesto en contacto con Serrano para ofrecerle su apoyo en caso de conflicto con la compañía.

Patrocinador de la Vuelta a España

Iryo (una entidad de capital italiano - Trenitalia, Air Nostrum y Globalvia-) es, junto a Ouigo, una de las dos compañías privadas de transporte de pasajeros en tren que opera en España. Une Andalucía y Madrid desde el 31 de marzo de 2023, con diez frecuencias diarias entre Madrid y Sevilla y otras tantas entre la capital española y Málaga.

El transporte de bicicletas en transporte público es una política incentivada por el ministerio de Transportes, que valora las opciones de intermodalidad y los beneficios a la sostenibilidad. “El tren es quizá el mejor aliado del ciclista que quiere acceder con su bicicleta a destinos alejados del lugar de residencia”, se lee en la página Es Movilidad, del ministerio, en el que se recoge la política de transporte de bicicletas de las tres operadoras ferroviarias. A diferencia de Ouigo, que obliga a facturarla como equipaje adicional con un coste de cinco euros, en Iryo es gratuito.

Curiosamente, este será el segundo año consecutivo que Iryo patrocine la Vuelta Ciclista a España, de la que es transporte oficial. Es una apuesta estratégica, que se refuerza con el patrocinio de la Volta a Cataluña y el de la Vuelta Femenina, que finalizó el pasado domingo. Es la última publicación de la compañía en X, y se ha llenado de comentarios que aluden al incidente de este lunes.  

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